Preocupados por la contaminación en Oruro a causa de los desechos sólidos, dos estudiantes de mecánica industrial del Instituto Tecnológico IAI construyeron un molino triturador y estrujador para la elaboración de productos a base del plástico reciclado, este proyecto fue seleccionado entre las mejores innovaciones del departamento.
Los estudiantes de quinto semestre de mecánica industrial, Edgar Juárez Gutiérrez y Alexander Mamani Canaviri, con la tutoría del docente Edwin Velásquez Aguilar, fueron quienes crearon este importante proyecto.
“En Bolivia la cantidad de basura generada diariamente es de 7.022 toneladas de las cuales los residuos plásticos son el 10,2 por ciento, lo que equivale a 716 toneladas al día, de estos materiales plásticos tan solo se reciclan el dos por ciento es decir 14 toneladas, esto genera grandes problemas medioambientales, ya que la mayoría del plástico se va a la basura común”, justificó Mamani.
Molino
Para construir el molino triturador y estrujador para la elaboración de productos a base del plástico reciclado; primeramente, tuvieron que realizar un acopio de información para la fabricación, bajo la premisa de reducir el volumen de los materiales plásticos.
La idea empezó a gestarse en abril con la consulta bibliográfica; el cálculo, diseño, y fabricado de piezas lo hicieron entre mayo, junio y julio; para agosto ya tenían construida la máquina en un 50 por ciento; ya para este mes el equipo fue expuesto en una feria de institutos superiores en el que salió entre los más relevantes.
“Los recursos físicos con los cuales contamos son diferentes herramientas propias, así como herramientas y maquinarias proporcionadas por el Instituto IAI, la mayoría de los materiales para la realización de este proyecto los conseguimos de las diferentes chatarrerías que hay en nuestra ciudad”, argumentó Juárez.
Funcionamiento
El plástico es ingresado primeramente a la trituradora, la cual funciona con cuchillas programadas para cortar el material a un tamaño de aproximadamente un centímetro de diámetro, el luego ingresa a la estrujadora y con el calor que se produce va derritiendo hasta conseguir filamentos de plástico.
La máquina les costó aproximadamente dos mil bolivianos, pero señalan que sus similares en el mercado de otros departamentos superan los dos mil dólares.