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Entregan equipo a militares de las FF.AA. para combatir los incendios forestales

Militares de la FF.AA. reciben equipamiento para los incendios forestales. / EL DEBER
Los militares de las Fuerzas Armadas con asiento en Santa Cruz, recibieron este viernes material y equipo de trabajo para apoyar el plan “Cero Fuego” y luchar contra los incendios forestales, principalmente en la región de la Chiquitanía de ese departamento.

Los militares de las Fuerzas Armadas con asiento en Santa Cruz, recibieron este viernes material y equipo de trabajo para apoyar el plan “Cero Fuego” y luchar contra los incendios forestales, principalmente en la región de la Chiquitanía de ese departamento.

El ministro de Defensa, Edmundo Novillo entregó personalmente las herramientas que son de utilidad a las FF.AA. para lograr controlar el fuego que se fue propagando en los días anteriores.

“Nuestro hermano presidente del Estado Plurinacional, Luis Arce Catacora, quien nos ha enviado en esta misión para poder entregar el equipamiento a las Fuerza Armadas en esta difícil tarea de controlar el fuego”, dijo Novillo.

Equipos de protección y material como palas, cascos, traje de seguridad contra incendios, baterías entre otros, fueron entregados en la presente jornada. De esta manera, Novillo mencionó que dará otros dos lotes más la próxima semana.

“Se va a hacer la entrega de tres lotes, este es un primer lote, la próxima semana viene un segundo y un tercer lote”, indicó.

El funcionario comunicó que está a disposición el Súper Puma, para que los Bomberos y militares controlen el fuego que se expande rápidamente con la ayuda de los fuertes vientos.

La autoridad de Defensa afirmó que el plan “Cero Fuego” continua realizando su labor por lo que efectivos militares ejecutan patrullajes cerca de las zonas afectadas de la Chiquitania para identificar áreas de trabajo oportunas.

Asimismo, agradeció al equipo de Bomberos, al personal de las FF.AA. y a los voluntarios que continúan luchando para apagar las llamas.

Hasta el momento los incendios consumieron 700 mil hectáreas afectando el 68 por ciento de las áreas protegidas.

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