Oruro

Los Urus claman por agua

La ceremonia Uru se efectuó en un brazo del lago /CEPA
Los pueblos Uru del lago Poopó cumplieron ayer con el ritual de agradecimiento a la Pachamama clamando por el retorno del recurso hídrico al espejo de agua que por milenios fue su fuente de sustento y que hoy se convirtió en un desierto árido y carente de vida, sentenciando de muerte a estas comunidades originarias que no tienen el respaldo de las autoridades para mejorar su situación actual.

Los pueblos Uru del lago Poopó cumplieron ayer con el ritual de agradecimiento a la Pachamama clamando por el retorno del recurso hídrico al espejo de agua que por milenios fue su fuente de sustento y que hoy se convirtió en un desierto árido y carente de vida, sentenciando de muerte a estas comunidades originarias que no tienen el respaldo de las autoridades para mejorar su situación actual.

Desde inicios del 2000 se advirtió sobre la situación crítica por la que atravesaba el lago Poopó y la necesidad de generar políticas de remediarlo ambientalmente, algo que nunca se concretó.

Desde el 2010 el espejo de agua fue reduciendo en su dimensión hasta quedar totalmente seco en el 2015 y 2016, a pesar de numerosas expediciones al lugar, reportajes y revisiones, nadie dio una solución integral.

Hoy lo que fue una vez el segundo lago más grande de la cuenca lacustre, solo se tiene un riachuelo como un recuerdo de lo que fue el río Desaguadero que alimentaba este sitio Ramsar.

RITUAL

Ayer, los pobladores de las comunidades Uru, etnia ancestral que por años vivió con los recursos que proveía el lago, realizaron un ritual ancestral de pago a la Pachamama.

La ceremonia ancestral fue una forma de reconciliación con la naturaleza y pidiendo perdón por el mal uso de las aguas del río Desaguadero que se efectúa por pobladores de otros países como Perú y otros departamentos como La Paz, que han mermado el caudal y sentenciaron de muerte al lago Poopó y sus pobladores.

El “quta mallas”, Luis Valero, principal autoridad de las tres comunidades Uru de la región, con lágrimas en los ojos pidió perdón a la Madre Tierra y solicitó a los cielos la bendición del agua sagrada para la subsistencia de los pueblos.

“Nuestros padres llegaron por el río Desaguadero y se asentaron en este lugar, este lago era profundo, por lo tanto nuestros padres se quedaron en este lago, es así que los Urus estamos acá viviendo, los Urus estamos sobreviviendo, ustedes han visto este es el río Desaguadero que llega del lago Uru Uru, solo en este lugar hay agua, en el centro del lago ya no queda nada”, manifestó Valero.

La autoridad lamentó que junto con el agua también desapareció el modo de vida de los Urus, abocados a la caza y la pesca, ahora no tienen un sustento de vida ni políticas de las autoridades para buscar nuevas fuentes de desarrollo.

PAGO

Señaló que en la jornada de ayer se cumplió con uno de los rituales tradicionales de la comunidad ofrendando un pago a la Pachamama y a la Madre Kocha, pidiendo al Supremo Creador puedan retornar las lluvias para que el lago vuelva a revivir y genere nuevamente vida en la región.

Dentro del acto también se nombró al nuevo amauta de la comunidad, cargo que fue cedido a don Félix, ya que el antiguo amauta Daniel Mauricio dejó de existir; el ritual en sí tiene características especiales, se debe cumplir en medio del lago, pero como todo está seco, se lo cumplió en el riachuelo del brazo del Desaguadero donde hay el líquido elemento en mínima cantidad.

Dentro de la mesa se coloca un barquito de totora además de otros elementos ofrendados a la Pachamama pidiendo que las lluvias y la vida retornen a ese terreno desértico.

El “quta mallas” Luis Valero con el ritual realizado entre lágrimas /CEPA

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