A pesar que la noche del martes se conoció que Mbappé ha comunicado al vestuario del PSG que no le queda más remedio que quedarse esta temporada en París para finalizar su contrato, en el seno del Real Madrid, siguen sin arrojar la toalla en su intento por contratarle de aquí al cierre del mercado de fichajes (31 de agosto).
De hecho, se valora que lo que ha hecho Mbappé es «lo más inteligente», dado que un consejo que se le dio en las negociaciones con Kylian es que no se declarase en rebeldía en ningún momento y que en todo caso forzase una reunión con Al-Khelaïfi para explicarle su deseo, dado que el PSG solo daría luz verde a su marcha por una cuestión de agradecimiento al futbolista por los servicios prestados en estos cuatros años, pero nunca por dinero dado que eso al PSG no le hace falta y nunca ha querido mostrar debilidad en ese aspecto al ser un club-Estado.
En la entidad madridista creen que «de aquí al día 31 todavía pueden pasar cosas y además los silvidos del otro día a Kylian en la presentación del equipo juegan a su favor en su deseo de no renovar y salir de allí lo antes que pueda».
Efectivamente, Mbappé está dolido no solo por esos silvidos de parte de la afición del PSG (muchos de ellos venían de la parte de los ultras que curiosamente controla el club parisino) sino que al día siguiente reprodujeron en las propias redes sociales del PSG un vídeo con Mbapé saliendo por el túnel de vestuarios y escuchándose la silvatina de fondo. No parece causal… Es una guerra de nervios para comprobar y pulsar cómo se tomaría la afición del PSG la venta de Kylian una vez contratado a Messi.
La prueba de que el Madrid no se rinde con este fichaje estratégico es que ayer movió toda su maquinaria para dejar claro que no pensaba fichar a Cristiano Ronaldo este verano ni siquiera como Plan B, hasta el punto de involucrar a Ancelotti con un tuit personal desechando esa posibilidad.