Un día después que Lionel Messi se despidiera oficialmente del Barcelona, y entre fuertes rumores sobre su inminente llegada al PSG, la afición parisina espera ilusionada al astro argentino: «Es un dios, una leyenda», se escucha en el aeropuerto de la capital parisina.
Ese aeródromo, a 17 kilómetros al norte de París, es el lugar previsto para el aterrizaje antes de cerrar los últimos detalles del contrato y pasar el reconocimiento médico. Las negociaciones van por buen camino, pero que este lunes no se espera, en un principio, que vuele a París, salvo que haya un acelerón en las negociaciones. Cientos de hinchas se desplazaron allí este domingo, y este lunes volvió a ser escenario de la espera.
El club ha reforzado sus filas también con el español Sergio Ramos, que fichó por dos temporadas el pasado 8 de julio.
De otra de sus estrellas, Kylian Mbappé, se sabe que va a continuar una temporada más, pero de momento se niega a prolongar en el club.
Este lunes toda la atención estaba centrada en el internacional argentino. Al aeropuerto mencionado, en un día a ratos frío y lluvioso, llegó gente con la camiseta del equipo, gente sobre todo joven, y algún padre con sus hijos.
La Prefectura de Policía había apuntado que para el día no había ningún vuelo previsto, ni privado ni público, pero los rumores, la presencia de prensa y de agentes de seguridad siguieron atrayendo a los aficionados.
OFERTA FORMAL
Messi confirmó las negociaciones este domingo en la rueda de prensa de despedida del Barcelona. «El PSG es una posibilidad. El día de hoy, no tengo nada arreglado con nadie. Cuando salió el comunicado tuve muchas llamadas. Varios clubes se interesaron. Todavía no hay nada cerrado, pero sí estamos hablando», aseguró en el atril del Auditorio 1899 del Camp Nou.
Este lunes, la situación ha avanzado convirtiendo las palabras en hechos tangibles y Lionel Messi ya tendría una oferta oficial del Paris Saint-Germain sobre la mesa: por dos años. Pero, de momento no hay nada cerrado al cien por cien y Messi sigue libre.