“Hoy estoy feliz. Me siento un hombre libre nuevamente, aunque nunca perdí la libertad”, aseveró el exvocal del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Antonio Costas, luego de conocer que la Fiscalía determinó cerrar el caso denominado fraude electoral con el sobreseimiento de los implicados.
“Se ejercitó el atropello más gran que existió. Yo fui presentado como delincuente, enmanillado, pero Dios te manda pruebas pues finalmente y eso me ha enseñado mucho”, manifestó Costas en contacto con la red Erbol.
En horas precedentes se reveló el dictamen de la pericia encargada al “Grupo de Investigación Deep Tech Lab de BISITE” de la Fundación General de la Universidad de Salamanca – España, la cual identificó “negligencia” al usarse dos servidores informáticos que no estaban previstos en el sistema del TSE.
“No se puede utilizar por ejemplo el servidor B01, que había sido utilizado para el entrenamiento, como esa plataforma de acceso y control a los usuarios que van verificar”, señaló el exvocal, sin embargo, aseveró que eso supuestamente no afectó a los resultados.
Críticas a la OEA
Asimismo, cuestionó el trabajo de la OEA en 2019 y afirmó que el organismo en realidad “no hizo una auditoría” y presuntamente la Universidad de Salamanca “sí se dio su tiempo” para hacer el estudio.
Sostuvo que la OEA “metió al país en un monumental problema” en 2019 y que en algún momento “habrá que pedir cuentas” a quienes integraron las misiones de observación y de auditoría.
Costas cuestionó a la empresa Ethical Hacking, que era encargada de auditar el sistema en 2019 y que reveló las anomalías.
El exvocal aseveró que no se justifican las observaciones de esa empresa y que supuestamente tenían “intereses de tipo subalterno”.
Uno de los aspectos observados por Ethical Hacking fue la cantidad de ingresos del gerente de la empresa Neotec, Marcel Guzmán de Rojas, al sistema informático del TSE, cuando la votación estaba en curso. Al respecto, Costas, señaló que Guzmán de Rojas ingresó al software del TSE para corregirlo.
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