La eliminación de Boca Juniors de Copa Libertadores pasó a un segundo plano después de lo que se vivió en el túnel que comunica los dos vestuarios y la entrada a la grama del Mineirao donde Sebastián Villa fue identificado por la Policía Militar de Brasil como uno de los que más participó en el altercado que terminó dejando ocho jugadores del equipo argentino imputados, entre ellos el colombiano. Sin embargo, como informó el equipo brasileño se llegó a un acuerdo para que ninguno fuera detenido.
«Luego de una larga negociación, mediada por el presidente Sérgio Coelho, la delegación argentina se dirigió a la comisaría para registrar un informe de incidente por depredación de bienes y agresión. Nadie será detenido», parte del informe que entregó el equipo brasileño después de dos horas en las que intervino también el cónsul de Argentina en ese país para evitar un problema mayor.
¿QUÉ PASÓ?
Según el reporte del equipo brasileño. «Terminado el partido, los atletas de Boca bajaron por el túnel y se dirigieron al vestuario de visitantes. Unos minutos después, los jugadores y el cuerpo técnico de la delegación argentina abandonaron la sede y se dirigieron hacia el vestuario de árbitros. Los guardias de seguridad del equipo y estadio Mineirão intentaron, sin éxito, contenerlos».
Después de eso, «los argentinos decidieron entonces invadir el vestuario de Mineirao, donde había jugadores, comisión y tablero. Incluso el presidente Sérgio Coelho intentó evitar la invasión para proteger a los profesionales del Atlético. En el camino, atacaron a todos los que encontraron, además de romper bebederos y barandas protectoras».
Ante la gravedad del asunto, tuvieron que utilizar gas pimienta para separarlos. «El primer ministro llegó después de algún tiempo y ahuyentó a los atacantes con gas pimienta. El saldo fue de heridos, afortunadamente sin ninguna gravedad. Incluso hubo un intento de agredir con una barra de hierro al director de fútbol del Atlético, Rodrigo Caetano».