Ante el fracaso del diálogo entre ambos sectores cocaleros, el Gobierno anunció este jueves que ya no participará como mediador ni realizará gestiones para ambos bandos, como son los afiliados de la Asociación Departamental de Productores de Coca (Adepcoca) y los que apoyan al Movimiento Al Socialismo (MAS).
El miércoles 14 julio el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo informó que el dirigente Armin Lluta abandonó el diálogo instaurado para la solución del conflicto por la administración de la Asociación Departamental de Productores de Hoja de Coca (Adepcoca) de La Paz y dio por agotada la mediación del Gobierno central.
El viceministro de Régimen Interior, Nelson Cox manifestó que el tema de la legalidad o ilegalidad que se presentó en ambos grupos ahora será resuelto entre cocaleros.
“Nuestro Gobierno no podrá participar ni como mediador ni posicionando escenarios adversos para que podamos encontrar una solución en los Yungas”, señaló.
El ministro de Gobierno lamentó que Lluta, con una postura contraria al diálogo, se haya retirado y dijo que con esto concluyó el trabajo del Gobierno nacional.
Cox responsabilizó al dirigente de Adepcoca de romper la negociación pese a las gestiones realizadas por el Ministerio de Gobierno, la Defensoría del Pueblo y la Iglesia para que se siente en una mesa de diálogo y dar una salida al conflicto con el sector de Elena Flores.
ANTECEDENTES
Las gestiones para una posible solución se iniciaron el lunes 5 de julio con la presencia de delegados de Lluta y su homóloga Elena Flores, alcaldes y concejales de los Yungas de La Paz, entre otras autoridades departamentales.
En esa jornada se incorporaron a los representantes de la Iglesia Católica, para analizar un acuerdo de nueve puntos que estaba dirigido a dar solución al conflicto.
La noche del miércoles después de casi cuatro horas de reunión, Lluta abandonó el llamado “gran diálogo por la paz y el consenso” después que el Gobierno rechazó los pedidos de Adepcoca como la anulación del mercado paralelo de coca.
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