Después de más de un año de búsqueda, la Policía encontró el miércoles 23 de junio los restos enterrados de Faustino Cadima Ponce de 75 años en el patio de su casa ubicada en la urbanización “Toborochi” en la ciudad de Santa Cruz, supuestamente fue asesinado por su esposa y su hija, para quedarse con la casa de la víctima.
La investigación policial indica que existe una pugna por la vivienda entre la exesposa y algunos de los descendientes del fallecido, reportó la red nacional de televisión Unitel.
Presuntamente motivada por la ambición, una mujer de 80 años, exesposa y madre de los hijos de Faustino, ideó un plan para acabar con la vida del hombre en complicidad de Irma C.O., una de sus hijas y la persona que convivía con la víctima.
Según la Policía, fue Irma quien golpeó al hombre con un fierro y luego utilizó un machete con el que le quitó la vida. Después, junto a su conyugue enterraron el cuerpo en el patio de su casa.
El director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), Ángel Morales, indicó que existen menores de edad que participaron del hecho y ahora se encuentran bajo tutela de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia. También informó que se notificó al juez del menor para que se actué conforme a ley.
Asimismo, detalló que se aprehendió a la expareja de la víctima, a su hija y a su yerno. Serán puestos ante la justicia en las próximas horas acusados de parricidio y asesinato.
SE DENUNCIÓ LA DESAPARICIÓN DE FAUSTINO EN 2020
Desde la Felcc se informó que la víctima tenía nueve hijos entre los que se encuentra una mujer que vive en Inglaterra, quién denunció la desaparición de su padre.
«Se logra recabar más datos. Aproximadamente a las 23:30 horas del 23 de junio se logra dar con el cuerpo mediante la exhumación de los restos de la víctima», explicó Morales.
El director de la Felcc afirmó que para ocultar la ausencia de la víctima, Irma y su madre inventaban diversas excusas, entre ellas que Faustino salió de viaje al interior del país.
«La autora intelectual es la mamá de 80 años, la hija y la complicidad de los nietos», apuntó Morales.
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