Hoy es uno de las fechas más importantes del año, porque se celebra al ser más sublime que pisa la Tierra. El don que Dios le dio es único en el mundo y será difícil igualar su abnegación, cariño, paciencia y entrega. En Bolivia, este 27 de mayo se celebra el Día de la Madre.
Es difícil comprender el rol que cumplen, sin embargo, si las observamos de cerca y seguimos cada una de sus acciones, nos daremos cuenta del tesoro que tenemos, al menos las personas que aún tienen la fortuna de tener a su lado a su mamá.
Desde el momento de la concepción, su vida cambia por completo, porque ya no piensa en ella, sino en el futuro ser que después de varios meses verá la luz. Una vez en sus brazos, su mundo se transforma dejando de lado cualquier situación.
Su preocupación estará centrada en cuidar a su bebé con delicadeza y una dulzura única. La recompensa a sus noches de desvelo, será que esta pequeña personita esté bien y crezca sin dificultad.
Si la situación se pone complicada, hará el mínimo esfuerzo por sanar a su retoño, sin importarle absolutamente nada. Muchas veces, por el trabajo, tiene que dejar al cuidado de otra persona. Pero, una vez que llega a casa, extenuada, utilizará su energía adicional, no solo para atender a su hijo, sino que además sus ojos se llenarán de alegría, por verlo sonreír.
Tenga el apoyo o no de su pareja, la madre luchará siempre porque su sangre hecha persona, tenga las mejores condiciones de vida o por lo menos, las más básicas, sin que le falte alimento, abrigo y por su supuesto, mucho amor.
El pago más grande a cambio de todo ese sacrificio, será tener un hijo que le retribuya cariño y sea un buen ser humano.
Si bien no todas las madres ahora estarán presentes al lado de sus seres queridos porque partieron a la diestra de Dios Padre, desde allí convertidas en ángeles velarán porque sus retoños puedan encontrar la resignación y la vivencia de los recuerdos en sus corazones, con la esperanza de algún día reencontrarse.
Esta fecha especial, que se vive en medio de una crisis sanitaria inimaginable, permita a todos reflexionar y valorar al ser más preciado que se tiene en casa. Sus recomendaciones, enojos, preocupaciones, permitirán transformarnos en personas que algún día comprendamos que su rol es tan importante, como el aire que respiramos.
Feliz día a todas las madres bolivianas, por ser el tesoro más grande que Dios creó.
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