Tras nueve intentos fallidos, la compañía de Elon Musk, Space X consiguió su objetivo de recuperar intacta su nave denominada “Starship SN15”, luego de elevarla hasta al menos diez kilómetros de altura y aterrizar con éxito.
El primer ensayo se realizó a finales de 2019, ese y los posteriores, terminaron en un Rapid Unscheduled Disassembly (RUD), Desmontaje Rápido no Previsto, traducido al español. Esta acción describe de manera general un impacto destructivo contra el suelo.
La nave “Starship” está diseñada para ser un sistema de cohetes totalmente reusable. Además, con la capacidad de llevar una gran tripulación y hasta 100 toneladas de carga a la Luna o a Marte.
El cohete mide aproximadamente 120 metros de altura y nueve metros de ancho. Sin embargo, desde Space X, anunciaron que es sólo la mitad de lo que medirá, la otra mitad será un refuerzo que le ayudará a impulsarse fuera de la Tierra para luego volver al suelo, según reporte del portal Xataka.
La nave que viajará de la Tierra a la Luna, luego Marte
Anteriores semanas, la NASA seleccionó al “Starship” como vehículo de aterrizaje en la Luna, misión prevista para dentro de algunos años.
Sin embargo, Musk planea que una nave similar debe ser la que algún día llevará astronautas a Marte y traerlos de regreso, por eso los motores de las naves, consumen metano, porque es un combustible que podría sintetizarse a partir del CO₂ (Dióxido de Carbono) de la atmósfera marciana.
Los encargados de las misiones futuras de Marte y la Luna, explicaron que en los vuelos lunares no será necesario ejecutar la peligrosa maniobra del aterrizaje (con la nave Starship), ya que en la Luna no hay atmósfera y por lo tanto, “Starship” descenderá en posición vertical, como realizan con las naves lunares “Falcon”, desde hace años.
Por otra parte, la nave lunar de Space X no regresará a la Tierra, por lo que tampoco necesitará losetas de protección (material que soporta temperaturas altas de calor).
El objetivo de Musk es que la “Starship” se quede en órbita alrededor de la Luna, para servir solo de transbordador a los astronautas en sus descensos y posteriores despegues. El viaje de ida y vuelta a la Tierra se realizará mediante cápsulas “Orión”, que la NASA (Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio) desarrolla, pero todavía no se efectuaron pruebas.
A comparación de las naves “Orión” y “Gateway” que tienen la capacidad de transportar entre cuatro y seis tripulantes, la “Starship” puede llevar a docenas de ocupantes y hasta un centenar, según las aspiraciones de Elon Musk. La tarea de las naves de Space X es que sea una especie de “ascensor” para bajar y subir de la Luna.
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