La Dirección de Investigación Interna (Didipi) de la Policía inició con la investigación del efectivo policial José T. Z., quien es acusado de agredir y obligar a abortar a su concubina de 28 años, causando daños graves en la salud de la víctima.
La mujer hizo la denuncia contra su pareja debido a que tenía temor a que el bebé nazca con malformaciones y a pesar de las pruebas presentadas, la Fiscalía rechazó inicialmente la acusación.
“Hay una normativa interna que obliga a que cualquier hecho de violencia cometido por policías sea de conocimiento de la Didipi. La denuncia ya está en la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (Felcv) y el Ministerio Público”, informó el comandante General de la Policía, Jhonny Aguilera.
Asimismo, la autoridad indicó que en caso de que la víctima reciba amenazas por parte de su agresor, la institución del verde olivo actuará de manera inmediata porque ninguna persona puede ejercitar violencia contra quien realiza una denuncia.
La mujer de 28 años acusó al uniformado de darle bebida mezclada con una pastilla abortiva, cuando estaba embarazada, lo que le causó fuertes dolores abdominales y vómitos con sangre, además de otras lesiones internas.
“Me tuvo encerrada en la casa dos días con el apéndice reventado, vomitando sangre, totalmente descompuesta, a punto de fallecer, pero mis padres me llevaron al hospital”, dijo la víctima, a Página Siete.
Según el informe forense la víctima fue operada del apéndice debido a un sangrado en agosto del 2020, cuatro días después de haber bebido el líquido que le dio José y los médicos le pusieron un catéter cerca de la vesícula, el cual fue retirado por el acusado ocasionando por segunda vez el sangrado.
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