La mercadería ilegal ingresa al territorio boliviano por el Desaguadero y Bermejo, generando una situación preocupante al comercio en el país. Los sectores de la actividad de contrabando se dan cerca de los puentes de control donde policías y militares realizan su actividad en los puntos fronterizos.
En el caso del Desaguadero, el contrabando pasa por sectores próximos al control aduanero, evadiendo su fiscalización por el personal encargado de esa tarea.
Los contrabandista también tienen como opción el río de Bermejo, Tarija situada al Sur del país, que tiene conexión con la frontera con Argentina. Los productos de contrabando son: Alimentos, zapatos, bebidas alcohólicas, ropa interior, entre otras mercancías.
Las personas que se dedican a este negocio apoyados por grupos nombrados “gomoneros” y “chacheros”, habitualmente se lanzan al río Bermejo para transportar la mercadería, según investigaciones realizadas por la red Unitel.
El director Nacional de la Lucha Contra el Contrabando, Bladimir Orellana mencionó que el compromiso para contrarrestar esta situación, está poniendo en dificultad cada vez más el comercio en el país. Pero también calificó como “compleja” debido a que las fronteras con varios países son extensas, aspecto que provoca obstáculos en las operaciones de control.
Orellana indicó que contrataron un 50 por ciento más del personal que ya se tenía para mejorar las tareas del contrabando ilegal de mercadería.
La coordinación es estrecha entre la Aduana Nacional y el Senasag para abarcar más territorios a nivel nacional y especialmente el sector de Tarija y la frontera con el Perú.
«El personal que está incorporado ya realiza el trabajo correspondiente, pero nunca será suficiente por la amplitud en la línea de frontera», dijo Orellana a la red Unitel.
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