Los penes se encogen y los genitales se deforman debido a la contaminación, ha advertido la científica ambiental Shanna Swan, investigadora del Hospital Monte Sinaí de Nueva York, en un nuevo libro titulado “Count Down”, en el que detalla los desafíos a los que se enfrenta la reproducción humana.
Swan escribió el libro expresando que la humanidad se enfrenta a una “crisis existencial” en las tasas de fertilidad como resultado de los “ftalatos”.
La autora ha descubierto que los “ftalatos” son una sustancia química utilizada en la fabricación de plásticos que afecta el sistema endócrino productor de hormonas, y está provocando que los bebés nazcan con genitales malformados y con penes pequeños.
La doctora en un estudio que publicó en 2017 describe que los niveles de esperma de varones en países occidentales disminuyeron en más del 50 por ciento en las últimas cuatro décadas después de examinar 185 estudios en los que participaron cerca de 45 mil varones sanos.
“Cómo nuestro mundo moderno está amenazado, el recuento de espermatozoides, (se presenta) alterado. El desarrollo reproductivo masculino y femenino (se encuentra) en peligro y por ende el futuro de la raza humana”, indica parte del libro de Swan.
La médico empezó su investigación examinando el síndrome de “ftalato”, descubrió que cuando los fetos de ratas estaban expuestos a la sustancia química, era probable que nacieran con genitales encogidos.
Asimismo, descubrió que los bebés humanos varones se encuentran expuestos a los “ftalatos” en el útero tenían una anogenital más corta, algo que tenía relación con el volumen del pene.
Los “ftalatos” imitan la hormona del estrógeno y, por lo tanto, interrumpen la producción natural de hormonas en el cuerpo humano, lo que los investigadores han relacionado con la interferencia en el desarrollo sexual de los bebés y los comportamientos de los adultos.
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