La Guerra del Pacífico (1879) tuvo mucho que ver en el nacimiento de un diario que a la postre superó el centenar de años. Aquel episodio se desarrolló en la Alta Tierra de los Urus, surgió del sentimiento patriótico de reivindicación marítima y fueron los propios orureños que le bautizaron como LA PATRIA. En definitiva fue un sentimiento Uru, que hoy permanece latente pese a las vicisitudes que impone el destino.
Recordar la historia, es volver a despertar aquellos recuerdos dormidos, cuando cientos de orureños salieron en una manifestación que tenía una carga de esperanza nacional.
Se originó a raíz del anuncio del entonces Presidente de los Estados Unidos, Woodro Williams, quien en la Liga de las Naciones de Ginebra, propuso que los países que hubieran perdido territorios en guerra de conquista o por tratados impuestos por la fuerza, tenían derecho a pedir la revisión de ellos.
Tras la manifestación que terminó en la Plaza 10 de Febrero, el abogado Demetrio Canelas sugirió la urgente necesidad de tener un periódico que defienda los derechos de Bolivia en el Pacífico. Fue en el mitin que salió de propia voz de los orureños el nombre de LA PATRIA.
En su inicio, fue el ciudadano Enrique Collazos que ofreció su imprenta para que aquel clamor del pueblo se haga realidad, tras su fundación el 19 de marzo de 1919.
La primera sede se ubicó en la calle Gobierno, hoy Presidente Montes, en el mismo edificio de lo que actualmente es la Gobernación; luego se trasladó a la calle Junín casi Soria Galvarro, su tercera sede fue la calle Junín y Washington. Posteriormente se ubicó en la calle Alianza, hoy Adolfo Mier, a media cuadra de la Plaza 10 de Febrero.
La primera etapa de LA PATRIA fue complicada por el tema político, ya que el partido Republicano pretendía tomar postura, sin embargo, nunca se dejó embaucar por el poder y pese a las dificultades siguió su andar para convertirse rápidamente en el vocero principal de Oruro. El mantener una línea independiente le costó pagar con la factura del empastelamiento e incluso el destierro de su gente.
Sin embargo, nunca fue un óbice para continuar editando el periódico, incluso desde la lejanía de la patria amada. El objetivo fue siempre de estar en el hogar de todos orureños, día a día, como el pan fresco de cada jornada que sale del horno, para alimentar el alma de sus ciudadanos y plasmar la historia de su tierra.
La segunda etapa se registró en 1946, cuando don Enrique Miralles Bonecarrere y don Cristóbal Molina se hacen cargo. LA PATRIA no solo cambia de rumbo, sino también de sede y se establece en la actual calle Camacho entre Murguía y Aldana, donde actualmente tiene sus oficinas.
Así como en la primera etapa, LA PATRIA fue el blanco de la intolerancia de los gobernantes que mediante sus grupos de choque, dinamitaron, empastelaron, persiguieron e intentaron controlar las ediciones del periódico de los orureños.
Nunca y ni siquiera hoy, han podido cambiar esa línea trazada por don Enrique Miralles, cuyas bases sólidas de la independencia política partidaria, se forjan los pilares de la libertad de expresión y de pensamiento, sin vulnerar los principios deontológicos que rigen el periodismo en Bolivia.
La lucha es dura, mas no imposible para continuar por ese camino pedregoso, pero satisfactorio para desvelar el poder abusivo, cual cáncer intenta matar el derecho de todo un pueblo, de vivir en libertad plena y pura.
El tiempo y el avance de la tecnología, también ha hecho posible que LA PATRIA se ponga en el rumbo del cambio, costó adaptarse al momento de las circunstancias, pero no fue imposible para lograr ese objetivo que hoy en día se plasma en LA PATRIA Digital, una nueva alternativa que hace de este medio en portentoso, llegando a más de 2.5 millones de personas alcanzadas.
No cabe duda, que desde su inicio en 1919, el elemento humano ha sido fundamental para que LA PATRIA siga de pie, no solo en tiempos de gloria, sino también en tempestades duras. Sin embargo, la firmeza de su gente, el poner el pecho para recibir las balas, han hecho de que exista una resiliencia, claro ejemplo es una planta que creció ante la adversidad, como recuerdo oscuro de la cruel pandemia.
Hoy cuando se celebra, el 102 aniversario del Subdecano de la Prensa Nacional, se ratifica el compromiso firme de trabajar por el desarrollo de Oruro, en el marco del respeto a los derechos constitucionales, pero ante todo, en una defensa férrea de las libertades de expresión y de prensa, como pilar fundamental de su andamiaje supremo.
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