Anastasia Baulina de 31 años fue la madre que quemó a su hijo de ocho años, echándole gasolina en su boca y luego le prendió fuego. El motivo se presume fue porque el menor la “traicionó” al decirle a su padrastro que había sido visitada por su supuesto amante, lo que generó su furia.
El enfado de la madre fue tal que cogió a su hijo y lo llevó al patio, donde lo roció con combustible que tenía en una lata y luego le prendió fuego, según reportó este jueves el portal digital Daily Maii de Rusia.
La progenitora vertió el líquido del combustible en la boca del niño aterrorizado, antes de usar un encendedor y decirle: “¡veamos cómo se quema!”.
Natasha, la hermana de 11 años, explicó a las autoridades que mientras echaba el combustible su hermanito “lloraba”, sin embargo la menor logró huir, aterrorizada, mientras la madre y el padrastro identificado como Pavel Baulin, apagaron las llamas y llamaron a una ambulancia.
Desafortunadamente, el niño resultó gravemente herido y murió dos días después en un hospital de la ciudad de Kursk después de sufrir quemaduras en el 45 por ciento de su cuerpo.
La progenitora ya fue aprendida por la Policía y han abierto una investigación a la mujer que podría enfrentar hasta 20 años de cárcel si es declarada culpable.
También se abrió una investigación criminal para establecer el porqué se permitió, que el niño volviera al cuidado de su madre después de su traslado a un orfanato.
