El presidente del Senado, Andrónico Rodríguez dio a conocer la anterior jornada que nadie cuestiona la Autonomía Universitaria, pero mencionó que se requiere una “reforma moral” en el interior de las universidades.
Después de la tragedia en la UPEA en la que murieron siete estudiantes en un conflicto de dirigencias estudiantiles, Rodríguez planteó “revisar” la Autonomía Universitaria respecto a temas de violencia y corrupción, lo cual generó polémica y rechazo de las entidades como la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) y la Comité Ejecutivo de la Universidad Bolivia (CUB).
“Nadie absolutamente nadie está poniendo en cuestión la modificación o eliminación de la Autonomía Universitaria… Además de todo las autonomías no son regalo de nadie, son conquistas históricas de docentes y estudiantes y, como tal, se respeta”, dijo Rodríguez en un mensaje a los universitarios.
“Es necesario una reflexión profunda una reforma moral, estatutaria, política, técnica y académica”, aclaró la autoridad del Senado.
En relación a lo sucedido en la UPEA, señaló que se debe hacer esa reflexión para evitar accidentes como esos, también para impedir que las elecciones a centros estudiantes, decanaturas y rectorados se conviertan en “batalla campal entre estudiantes y docentes”.
Indicó que también se debe evitar que las universidades públicas se conviertan en «feudos de alguna autoridad» y que se utilice a estudiantes para fines políticos. Acusó a Waldo Albarracín de tener esas prácticas.
De esa manera, llamó a una reflexión interna en la Universidad y sirva para evitar que haya estudiantes que se queden diez, 15, 20 años en la universidad gastando el presupuesto y quitando el derecho al estudio de otro.
Andrónico pidió que esa reforma apunte, asimismo, a mejorar el manejo de los recursos económicos de la manera más transparente para que sean utilizados por el bien de la comunidad universitaria, para fines académicos-científicos y no para intereses de particulares.
Añadió que con la reforma las universidades públicas se debe realizar ciencia y no politiquería.
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