El Gobierno a través del vocero presidencial Jorge Richter, negó este sábado que exista una «vacunación clandestina» de personas que no estaban incluidas en las listas de beneficiarios prioritarios de las dosis contra el Covid-19, como denunció esta mañana el Centro de Operaciones de Emergencia Departamental (COED) de Santa Cruz.
«Una vacunación clandestina tiene que ser oculta, como lo que se hizo en Argentina, que nadie sabía que se estaba vacunando. Incluso personas con enfermedades de base que fueron vacunadas dieron su testimonio. No tiene sentido», manifestó Richter, al ser cuestionado sobre la denuncia de las 63 personas que no debían recibir las dosis porque no figuraban en las listas.
Este sábado, el secretario departamental de Salud y Políticas Sociales de la Gobernación cruceña, Joaquín Monasterios, afirmó que hubo una «vacunación clandestina» en ambientes del Centro Nacional de Enfermedades Tropicales (Cenetrop), y que el Gobierno debe devolver a esa región 47.000 vacunas contra el Covid-19.
Richter explicó que no cabe la posibilidad de inmunizar de forma clandestina porque «no se pueden abrir y sacar nomás las vacunas», ya que para administrar las dosis primero se debe «desconsolidar» las unidades y cada caja del fármaco contiene 50.000 unidades que vienen selladas.
«No se pueden abrir y sacar nomás las vacunas, se hace mediante un proceso llamado desconsolidar. Las vacunas tienen una garantía que hay que remitirla a lugar de origen, en este caso, China», declaró la autoridad gubernamental.
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