Desde junio del año pasado, cuando el presidente John Magufuli declaró el país «libre de Covid-19», él y otros altos funcionarios del gobierno se han burlado de la eficacia de las mascarillas, cuestionado que las pruebas de detección funcionen y se han reído de países vecinos, que han impuesto medidas sanitarias para frenar el virus.
Magufuli también advirtió, sin proporcionar ninguna evidencia, que las vacunas contra el Covid-19 podrían ser dañinas y, en cambio, instó a los tanzanos a usar la inhalación de vapor y medicamentos a base de hierbas, ninguno de los cuales ha sido aprobado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como tratamiento.
No está claro por qué el Presidente ha expresado tanto escepticismo sobre las vacunas, pero recientemente dijo que los tanzanos no deberían ser utilizados como «conejillos de indias».
«Si el hombre blanco pudo inventar las vacunas, ya debería haber encontrado una vacuna para el sida, el cáncer y la tuberculosis», manifestó Magufuli, quien a menudo se presenta a sí mismo como un oponente al imperialismo occidental.
Respuesta de la OMS
”Las vacunas funcionan y animo al gobierno [de Tanzania] a prepararse para una campaña de vacunación contra la covid», dijo el director para África de la OMS, Doctor Matshidiso Moeti.
El médico agregó que la organización está lista para apoyar al país.
Pero la ministra de Salud, Dorothy Gwajima, reiteró la postura de Magufuli sobre las vacunas, y agregó que el ministerio tenía «su propio procedimiento sobre cómo recibir los medicamentos, y lo hacemos tras estar satisfechos con el producto».
Hizo esos comentarios durante una rueda de prensa la semana pasada en la que un funcionario demostró cómo hacer un batido con jengibre, cebollas, limones y pimienta; una bebida que ayudaría a prevenir el contagio del coronavirus, dijeron sin proporcionar pruebas.
«Debemos mejorar nuestra higiene personal, lavarnos las manos con agua corriente y jabón, usar pañuelos, vapor de hierbas, hacer ejercicio, comer alimentos nutritivos, beber mucha agua y usar remedios naturales con los que está dotada nuestra nación», insistió Gwajima.
Pero esto, dijo, no porque el virus esté en el país. Los tanzanos deben estar preparados porque el virus está «asolando» a los países vecinos, agregó.
Escepticismo de la población
Algunos médicos del país se mostraron escépticos sobre la postura del gobierno.
«El problema aquí es que el gobierno les está diciendo a los tanzanos que la mezcla de vegetales, que tiene beneficios nutricionales, es todo lo que necesitan para mantener a raya al coronavirus, pero no es el caso», expresó un médico local, que habló de forma anónima, y agregó que la gente debe tomar precauciones contra el virus, a la cadena BBC.
Sin embargo, la doctora Gwajima, el Presidente y otros tres altos funcionarios son los únicos que pueden dar información sobre el Covid-19 en el país, según una directiva de Magufuli.
Por esa situación, los líderes de la Iglesia Católica en el país rompieron su silencio recientemente y advirtieron al público que cumpla las medidas de salud para frenar la propagación del virus.
«El Covid-19 no ha terminado, está aquí. No seamos imprudentes, tenemos que protegernos, lavarnos las manos con agua y jabón. También tenemos que volver a usar mascarillas», dijo el obispo Yuda Thadei Ruwaichi de Dar es Salaam, la ciudad más poblada de Tanzania.
La Ministra de Salud apuntó que ese tipo de declaraciones son alarmistas. La falta de datos oficiales hace que sea difícil que haya una discusión pública informada.
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