Bolivia Política Transmisión de mando

La “némesis” boliviana

Imagen referencial / Archivo Internet

El 20 de octubre de 2019 se realizaron las Elecciones Generales, con el objetivo de renovar el Gobierno de Bolivia o ratificar mediante la “re-re-re elección” de Evo Morales en el poder.

Hubo muchos cuestionamientos a esa situación que se iniciaron después del 21 de febrero de 2016, luego del Referéndum cuyo objetivo era consultar al pueblo si se aprobaba una modificación a la Constitución Política del Estado para una reelección de mandato.

«¿Usted está de acuerdo con la reforma del artículo 168 de la Constitución Política del Estado para que la presidenta o presidente y la vicepresidenta o vicepresidente del Estado puedan ser reelectas o reelectos dos veces de manera continua? – Por disposición transitoria de la Ley de Reforma Parcial a la Constitución Política del Estado, se considera como primera reelección el periodo 2015-2020 y la segunda reelección el 2020-2025″, indicaba la pregunta de la consulta.

En dicho Referéndum ganó el “No” con el 51,30%, mientras que el “Sí” obtuvo el 48,70% de los votos.

Sin embargo, pese a esa situación, el gobierno de Evo Morales no respetó el resultado y por el contrario usó a conveniencia una serie de artimañas para repostularse, como el argumento de un “derecho humano”.

Ciudadanos durante las protestas en Bolivia / Archivo Reuters

Las Elecciones Generales se programaron para el 20 de octubre, hasta ese día la situación parecía estar normal, sin embargo, al día siguiente se paró por varios minutos la Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP) que originó una modificación en la tendencia de votos, que antes de esa acción, le era favorable a Comunidad Ciudadana.

Aquella situación originó una movilización de 21 días, con protestas en las calles de las ciudades capitales, principalmente en la que se exigían nuevas elecciones por el enorme fraude electoral que sería corroborado más tarde por la Organización de Estados Americanos (OEA).

Ciudadanos durante un bloqueo en el mes de octubre de 2019 / Archivo Internet

La presión social era tal que se gestó el movimiento denominado como “La revolución de las pititas”, porque las personas que bloqueaban en las calles lo hacían con pititas con los colores de la enseña Tricolor, como el Rojo, el Amarillo y el Verde.

Evo Morales renunció a la Presidencia a través de un mensaje a nivel nacional / Archivo Internet

Finalmente, para cerrar el capítulo, el 10 de noviembre de 2019, Evo Morales renunciaba a la Presidencia para refugiarse en el Trópico de Cochabamba. El mismo día, un avión enviado desde México trasladaba al mandatario hasta ese país centroamericano.

Dos días después, enmarcados en la Constitución Política del Estado y para evitar un vacío de poder, asumió la Presidencia de Bolivia, Jeanine Áñez, convirtiéndose en la Presidente 85 del país.

Su misión era convocar a elecciones en el plazo de 90 días, sin embargo, el plazo en principio era muy corto para organizar un proceso electoral, ya que se debía suplir a las autoridades del Tribunal Supremo Electoral (TSE), quienes fueron aprehendidas por el fraude.

Jeanine Áñez fue posesionada en Palacio de Gobierno, en noviembre pasado / Archivo APG

Los comicios en principio fueron programados para el 3 de mayo, pero no se contaba con la pandemia a consecuencia del Covid-19, que hizo mella en la economía del país, como también desnudó un precario sistema de salud.

Por tal razón, las elecciones fueron aplazadas para el 6 de septiembre. Sin embargo, tras un análisis epidemiológico se estableció que en dicha fecha no podía realizarse el proceso electoral, debido a que el pico de la enfermedad sería entre fines de agosto e inicios de septiembre. Aunque en la realidad el pico del Covid-19 se registraron los últimos días de julio y primeros días de agosto.

El anuncio de postergar las elecciones una vez más para el 18 de octubre de 2020, llevó a los sectores afines al Movimiento Al Socialismo (MAS) liderados por la Central Obrera Boliviana (COB) a realizar un bloqueo de caminos que se inició el 2 de agosto y se extendió por el lapso de 12 días, causando la muerte de casi unas 40 personas por falta de oxígeno.

Jornada de Elecciones Generales en Bolivia / Archivo APG

Finalmente, los comicios se efectuaron el 18 de octubre, previamente se elaboró una ley desde la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) para sellar dicha fecha y evitar que la sigla del MAS sea depurada para dicho proceso, pese a las atenuantes en su contra no solo por el fraude electoral del 2019, sino también por un error cometido por su candidato a la Presidencia, Luis Arce Catacora, quien anticipó los resultados de las encuestas.

Según la norma electoral, debía ser anulada su candidatura, pero el TSE pasó por alto la ley y habilitó al binomio del partido azul, que finalmente ganó los comicios.

Tras el resultado que llegó al 55.1% a favor del MAS, se desataron una serie de observaciones respecto al proceso como tal, entre ellos, la suspensión de la Difusión de Resultados Preliminares (Direpre) por el TSE, y posteriormente las presuntas irregularidades, como la presencia de personas habilitadas que fallecieron con anterioridad, mismos jurados electorales, un mal saneado Padrón Electoral entre muchas otras que a la fecha no fueron tomadas en cuenta por el órgano electoral que se ratificaron en afirmar que el proceso fue transparente.

Luis Arce, cerró su campaña en la ciudad de El Alto / Archivo APG

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