Luego que los uniformados retornaron al Trópico de Cochabamba, tras su expulsión del lugar, durante los conflictos postelectorales de 2019, la Policía se encuentra en situación de máxima alerta debido a los últimos crímenes registrados en la región del trópico, entre los que figuran secuestros, torturas y ejecuciones a bala.
“Llama la atención que esté ocurriendo este tipo de hechos con violencia y con uso de armas. Eso hace que nosotros nos pongamos en máxima alerta (…) Este tipo de hechos han aparecido recientemente”, manifestó el miércoles el comandante Departamental de la Policía de Cochabamba, coronel Javier Mendoza, según reportó Página Siete.
Pese a que las fuerzas del orden retornaron a la zona roja del trópico, los uniformados advirtieron que aún no tienen pase libre a todos los lugares y todavía deben pedir permiso para ingresar a ciertas comunidades.
Según Mendoza, hay personas que todavía consideran a la Policía como los culpables de la huida del país del exmandatario Evo Morales, sin embargo, afirmó que ha pedido de los mismo pobladores, de a poco los uniformados retornar al trópico para reforzar la presencia policial.
SÁLVESE QUIEN PUEDA
Según relató al medio impreso, uno de los ciudadanos que prefirió el anonimato, desde Yapacaní del departamento de Santa Cruz hasta Villa Tunari de Cochabamba, “es una zona sin Dios ni ley y sálvese quien pueda. Nadie dice nada porque si no, directo van a la casa de uno. Esto es a consecuencia del narcotráfico”.
De acuerdo al ciudadano, hay pugnas de poder entre narcotraficantes que derivan en hechos violentos como los últimos reportados. Esta fuente puso de ejemplo la balacera ocurrida a mediados de agosto en un karaoke de Yapacaní, donde un grupo de encapuchados ingresaron y asesinaron a dos personas a tiros, dejando a otras cuatro heridas.
“Ellos ya se andaban buscando y les avisaron donde estaban, llegaron y los mataron”, acotó.
COMANDO
El comandante regional del trópico de Cochabamba Silvio Terrazas dijo que durante el tiempo en que la Policía no estuvo presente en el trópico desde noviembre de 2019 hasta abril de 2020, hubo hechos delictivos que no salieron a la luz pública e incluso comenzaron a recibir nuevas denuncias.
Asimismo, Terrazas dijo que si bien fue la misma población la que pidió el retorno de los uniformados, todavía hay varios sectores que se oponen a su presencia y aún deben pedir coordinar con los dirigentes sindicales y pedir permiso para ingresar a ciertos lugares.
“Anteriormente teníamos unidades policiales que estaban más al interior del trópico, como son las poblaciones de Eterazama y Villa 14. Pero por los conflictos sociales que aún permanecen en esas zonas no hemos podido retornar. Entonces hay muchos lugares en el trópico que todavía se tornan complicados y debemos coordinar con dirigentes sindicales para entrar”, sostuvo.
DELITOS
Según Página Siete, hay una lista de delitos que involucran secuestro, tortura, ejecuciones y hasta narcotráfico registrados en el trópico cochabambino, que terminó con varias personas heridas y aprehendidas.
En un hecho suscitado el 22 de septiembre, se supo que un hombre fue secuestrado y torturado por una organización armada en Villa Tunari, para lo cual pidieron diez mil dólares para su rescate, donde la Policía logró su liberación y siete personas fueron aprehendidas.
En el caso tortura, el 19 de septiembre la Policía encontró el cuerpo de Julio Olivera, un hombre de 40 años que fue reportado como desaparecido dos semanas antes. El cadáver fue abandonado en el campo, en la zona de Mariposas, con varias heridas cortopunzantes y sin sus dos ojos.
En el caso ejecuciones, donde la Policía encontró a finales de agosto, dos cadáveres en las orillas del río Sacta, trópico de Cochabamba. Las víctimas habían sido torturadas y asesinadas a tiros. Días después se aprehendió a dos sospechosos de este crimen. Ambos eran parte de la denominada policía sindical de Ivirgarzama y tenían dos revólveres, un “torito” (arma que da electrochoques) y una manopla.
En el caso narcotráfico, implica los secuestros de droga y descubrimientos de fábricas de cocaína en esta región de producción cocalera son frecuentes.
POLICÍA SINDICAL
Tras la expulsión de las fuerzas del orden del Trópico en noviembre pasado, surgió la policía sindical en Ivirgarzama, cuyos dos miembros Froymin M.S., quien sería el encargado de Seguridad Ciudadana del Comité Cívico de Ivirgarzama y Rembergo C.Q., quien sería parte de la policía sindical, fueron detenidos por los asesinatos de dos personas a fines de agosto, sorprendidos con dos revólveres, dinero en efectivo y un “torito”.
El comandante Terrazas, afirmó que no sabían las condiciones del hecho debido a que no se encontraban en el lugar, sin embargo, reiteró que “la función de la Policía Boliviana es única y ninguna otra institución puede atribuirse esas funciones”.
Aunque sólo se los imputó por la posesión ilegal de armas (motivo por el cual fueron enviados a prisión de forma preventiva) también se los relacionó con las ejecuciones de dos personas a fines de agosto.
ALCALDE
Por su parte el alcalde de Puerto Villarroel, municipio al cual pertenece Ivirgarzama, Senobio Claros dijo a Página Siete que no tiene conocimiento sobre las labores de la policía sindical, pese a que su existencia es pública y respaldada por varios sindicatos desde fines de 2019.
El ciudadano entrevistado por el medio impreso, con la garantía de guardar su nombre en reserva, dijo que la policía sindical realiza patrullajes con palos y otras armas ante la ausencia policial.
“Como no había policías y como no hay suficientes, ellos son los que ponen orden. Ellos son la autoridad porque no hay policías en estos lugares”, dijo.