Bolivia Corrupción Política

Revelan nombres del directorio de La Razón vinculados con García Linera

Instalaciones de La Razón en la ciudad de La Paz / BRÚJULA DIGITAL
Revelan nombres del directorio del periódico La Razón, vinculados al exvicepresidente Álvaro García Linera, hoy radicado en la Argentina

Nombres como José Luis Exeni, Ernesto Pérez de Rada, Carlos Gill, Sandra Aliaga, Rafael Abreu, fueron parte del directorio del periódico La Razón, varios de ellos vinculados al exmandatario, Álvaro García Linera, quien controlaba la línea editorial de ese periódico. Actualmente esta persona radica en Buenos Aires-Argentina, luego de escapar de Bolivia en noviembre de 2019, tras la dimisión de Evo Morales.

Según público este martes en su portal Brújula Digital, señalaron que de acuerdo a la investigación efectuada por la “H Parlante” del periodista Rafael Archondo, tuvo acceso a un acta de reunión del directorio de ese medio escrito, integrado por su propietario Carlos Gill, su compatriota de Rafael Abreu; además de la comunicadora Sandra Aliaga; el exvocal de la Tribunal Supremo Electoral, José Luis Exeni y el comunicador social, Ernesto Pérez de Prada, quien fungió como director suplente; asimismo se incluyó a Ana Andreé Michel.

De acuerdo a la publicación, en el gobierno de Morales, La Razón recibió millones de dólares por la publicidad estatal, sin embargo, en la actualidad atraviesa una crisis económica, en la que se despidió vía “zoom” a 97 funcionarios y más antes 40 presentaron su renuncia.

Según la investigación periodística de Archondo, en el directorio del 2017 de La Razón, participaron Carlos Gill, Mauricio Etienne, Rafael Abreu, Sandra Aliaga y José Luis Exeni, entonces vocal del TSE. Etienne con Gill eran socios de una constructora en negocios vinculados al teleférico en La Paz y El Alto.

Se reveló que Gill, era un empresario con una línea “chavista”, consiguió contratos lucrativos con el Gobierno de Bolivia. A la fecha controla los ferrocarriles de la red oriental y occidental del país, único sector que no nacionalizó el Gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS).

El cuadro de los medios de comunicación impresos que recibieron millonarias cifras del Gobierno de Morales / PÁGINA SIETE publicado el 13 de mayo de 2020

En la junta de acciones participó Alejandro Antezana Salvatierra, en nombre de Gill, quien tenía el 99,7% de las acciones y Marcelo Hurtado en representación de un mínimo porcentaje (0,2%), asimismo era socio de las redes de televisión ATB y PAT. El 0,003% le pertenecía al periódico Extra.

Archondo recordó que en diciembre de 2019, Hurtado dijo en una rueda de prensa: “No tengo ninguna participación societaria laboral ni de ninguna índole” con las empresas de Carlos Gill. No era verdad. Hurtado está detenido por presuntos delitos cometidos como presidente de la red PAT.

Archondo sostiene que en el directorio Gill nombraba a dos personas de su confianza, Etienne y Abreu. Los otros eran de la confianza del exvicepresidente García Linera: Exeni, Aliaga y Pérez de Rada. A esa lista se suma Armando Ortuño, antes parte del directorio y ahora gerente, y la directora, Claudia Benavente, y del exgerente Pablo Rossell.

NOMBRES

“¿Qué tienen en común estos nombres?”, se pregunta Archondo. Y responde: “Sin duda alguna, su afinidad de larga data no solo con el gobierno del MAS, sino sobre todo con el entonces vicepresidente Álvaro García Linera”.

Añadió que García Linera “gozaba de influencia directa en La Razón, hecho que se reforzó desde que en 2010 Claudia Benavente ocupó la dirección del medio. El quinteto Exeni, Aliaga, Pérez de Rada, Ortuño y Benavente aportan suficiente carga como para inclinar la balanza diaria de La Razón a favor de García Linera”.

Según la investigación de la “H Parlante”, Gill se encargaba de la parte empresarial, quien le dejaba la orientación política y los contenidos a García Linera.

Al aparato persuasivo en el que se quería convertir La Razón “hay que sumarle un ingreso anual de, al menos, cien millones de bolivianos en publicidad estatal, directamente acordada entre Benavente y García Linera”.

Por su parte, Brújula Digital obtuvo un documento de contabilidad de La Razón mediante el cual se establece que Exeni recibía honorarios por escribir editoriales para ese diario; también lo hacía por esa misma razón Claudio Rossell (hermano de Pablo y exesposo de Benavente).

Archondo denunció que el mayor flujo de dinero no iba hacia el diario. Además, “Gill cobraba caro el vuelco editorial de La Razón. Por ejemplo, sus empresas lograron rápidos contratos (sin licitación) con el Estado para las obras civiles de Mi Teleférico o la venta de radares para el Ministerio de Defensa”.

“La Razón dejó de hacer periodismo y se transformó en una especie de gran ministerio paralelo, pesado y ciego como un rinoceronte”, dijo el periodista.

MAS

Este es el retrato que hace Archondo de los personajes de mayor influencia en La Razón: “Claudia Benavente es amiga de García Linera desde que éste estaba preso en la cárcel de Chonchocoro (…). Sus simpatías políticas están profusamente documentadas en los programas de televisión que dirigió hasta 2019”.

“Sandra Aliaga: Fallecida en diciembre de 2019 y dotada de una simpatía desbordante, Aliaga fue militante del Partido Comunista de Bolivia. Su excamarada de partido, Remberto Cárdenas, escribió un homenaje en la edición online del semanario Aquí: “La amiga a la que despedimos con mucha tristeza apoyó al llamado proceso de cambio”.

“José Luis Exeni: Uno de los hombres de más confianza de García Linera. Llegó a la sala plena del organismo como delegado de Evo Morales. Luego regresó por méritos acumulados, pero también por instrucciones partidarias de la bancada del MAS. Su labor como experto en elecciones estuvo consagrada al MAS. Tuvo varios momentos laborales en la propia Vicepresidencia, pero también en el PNUD, espacio de investigación académica fuertemente anclado a García Linera en los últimos años del gobierno anterior”.

Claudia Benavente, Ernesto Pérez de Rada, Armando Ortuño, Sandra Aliaga y José Luis Exeni / LA H PARLANTE

“Armando Ortuño (economista y cientista político) y Ernesto Pérez de Rada (economista) fueron investigadores del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Sus perfiles profesionales no guardan relación alguna con la actividad periodística. Un asunto a debatir en el país es la adscripción activa de ciertas agencias de cooperación externa al poder político de turno. Estos dos miembros del directorio de La Razón deben su ingreso a dicho ámbito privado por su demostrada lealtad con el poder instalado desde 2006 en Bolivia. Sus intervenciones públicas y sus escritos los pusieron en sintonía constante con el ‘proceso de cambio’”. 

“Pablo Rossell, gerente de La Razón entre 2015 y 2017, ostenta el mismo sello de intelectual calculado. Sin embargo, decidió destrabar los frenos. En 2019 saltó explícitamente a la vida partidaria cuando aceptó fungir como vocero del programa de gobierno del MAS”.

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