Si bien los negocios de comida están permitidos, estos solo pueden trabajar por delivery o servicio a domicilio, sin embargo algunos puestos de comida igual atienden en las calles, por un lado, por la necesidad de generar recursos y por otro, el intenso frío que genera que la población busque alimentos calientes.
Es el caso de las señoras que ofrecen caldos o laguas, que son muy solicitados por las personas que salen de casa, ya sea a trabajar, a hacer sus compras o cualquier otra actividad, y se detienen unos minutos para comprar un plato de comida a media mañana.
A pesar de que muchas de estas vendedoras de comida, han colocado sus propias medidas de bioseguridad, para evitar la propagación del coronavirus, estas no cumplen del todo con las normas que aprobó el Gobierno Autónomo Municipal de Oruro (GAMO), pero tampoco existe un control al respecto.
El Decreto Municipal 137 de la Cuarentena Dinámica, reitera al igual que otras normativas nacionales, que no debe haber aglomeración de personas. Por tanto la gente no podría congregarse para compartir alimentos.
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