Una comisión de la Fiscalía junto al ministro de Gobierno, Arturo Murillo se trasladaron a la zona Sur del botadero de K’ara K’ara de la ciudad de Cochabamba, con un fuerte resguardo militar y policial para iniciar con la investigación sobre el presunto atentado terrorista, donde se derribó una torre de comunicación entre la noche del lunes y la mañana del martes.
Murillo, instruyó ayer que se active la investigación del hecho, luego de que un grupo de personas no identificadas volaron una torre de comunicación en K’ara K’ara, donde se retomaron los bloqueos impidiendo que los carros basureros ingresen al relleno sanitario.
Durante la inspección, uno de los uniformados consideró que los autores del hecho usaron una soga para lograr tumbar la torre de la empresa de telecomunicaciones VIVA.
Según la información del Ministerio de Gobierno, el derrumbe de la torre, perjudicó «a la gente más humilde en sus clases virtuales y en su comunicación».
Según informó el medio Los Tiempos, los pobladores de la OTB 21 de Septiembre prefieren guardar silencio sobre lo sucedido y se limitan a decir que el hecho fue perpetrado por personas que llegaron de otro lado.
De acuerdo al representante de la coordinadora del agua de Cochabamba, René Quispe, un grupo de seguidores del Movimiento al Socialismo (MAS), derribaron y quemaron dos antenas G-5, argumentando que estas serían las que provocaron el Covid-19.
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