Sergio Figueroa, periodista y camarógrafo de la red ATB, relató que temió por su vida, pues corrió mucho riesgo la noche del viernes 15 de noviembre, cuando agricultores de la región del Chapare lo golpearon y hasta intentaron rociarlo con gasolina.
Los golpes le ocasionaron heridas en el pómulo,
muy cerca de la oreja y contusiones en la espalda y coxis.
Figueroa informó que tras la muerte de
cocaleros, se trasladó a Sacaba para cubrir la noticia de los
agricultores fallecidos y el velorio improvisado en esa ciudad.
“Me acerqué con mi micrófono y cámara, había seis personas, pero otra gente a mayor distancia. Me presento y pido permiso para pasar hasta el velorio. Muy enojados me gritaron: ‘¡Por qué no has venido más antes!’. Ante la respuesta me quise retirar, pero recibí un golpe en la cara, una patada, y otros se acercaron por la espalda, me golpearon en el coxis. Me rodearon y quisieron quitarme la cámara y los golpes no cesaban”, relató.
“En un momento me he asustado tanto que tuve que pedir hasta perdón. Me gritaban que éramos vendidos. Por delante vino un muchacho con una botella de gasolina en la mano. Me zafé y empecé a correr, por suerte había un trufi (vehículo de transporte público) que paró en mi ayuda”, agregó Figueroa.
Ese viernes, varios productores de coca afines al Movimiento al Socialismo (MAS), lanzaron un artefacto explosivo que estalló entre los periodistas y militares, en el puente Huayllani en Sacaba.
Asimismo, manifestantes que rechazan el mandato transitorio de la presidente Jeanine Áñez trataron de ingresar a la ciudad de Cochabamba ejerciendo violencia en contra de policías y militares.
Al menos cuatro reporteros sufrieron heridas como efecto del estallido del artefacto explosivo y otros seis fueron apedreados ese día, a su vez se registraron nueve muertos en las filas de los cocaleros.
La Federación Sindical de Trabajadores de la Prensa de Cochabamba informó que contabilizó 12 periodistas heridos y más de 25 agresiones verbales y físicas en puntos de bloqueos desde las elecciones pasadas. El secretario ejecutivo de dicha entidad, David Ovando, denunció, con carácter de urgencia, la vulneración al trabajo de la prensa y alertó que periodistas, camarógrafos y fotógrafos corren el riesgo de perder la vida en la cobertura de conflictos políticos.
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