El presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, permanece en Guayaquil y asegura que no que no dimitirá “bajo ninguna circunstancia”. Mientras tanto, en el país se vive una jornada de huelga y protestas convocada por los sindicatos.
De acuerdo a lo reportado en varios medios internacionales, Moreno aseguró que esperaba “parte de lo que ha visto” en las calles, pero no “actos delictivos”.
“Hay más de 700 detenidos y gran parte de ellos son por actos delictivos contra el Estado de Derecho y la democracia”, afirmó.
Durante esta jornada se registra el Ecuador un paro convocado por los sindicatos.
Según la agencia EFE, las manifestaciones se han repetido en los últimos días en varias ciudades del país, Quito concentra la atención tras la llegada de miles de indígenas, mientras que a Guayaquil se trasladó, el lunes, la sede del Gobierno, amparado en un decreto de excepción.
Los indígenas se concentran en el centro norte de Quito y los sindicatos acatan una jornada de huelga nacional ante el retiro de subvención de combustibles, instruida por el presidente Moreno.
“Lo que ha pasado durante estos años es que la gente más pudiente y los delincuentes se han beneficiado del subsidio de los combustibles”, alertó.
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